Las Musas

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Mientras de a poco voy deglutiendo el nuevo cd del Salmón, noto enseguida que Carnaval de Brasil menciona a las musas. A las que paunto, es a aquellas que dia a dia roban horas en los pensamientos de muchos, que los usurpan, los enajenan, les hacen perder la razon o la poca cordura que les quedaba. Ellas, que a veces parten el alma y otras la reconfortan tanto, que unen a los pueblos cual Madre Teresa, o dividen bandas cual Yoko o Debora del Corral...

Son musas... quiza sean la mayor fuente de creacion poetica, junto a algunas sustancias non sanctas, o de aquello que algunos aventureros irreverentes e impulsivos llaman "amor". Pueden impulsar la creación de las mas singulares obras de arte, crueles escritos de declaraciones de odio, o pueden derivar en los "versos más tristes que se puedan escribir esta noche", cual Pablo Neruda...

Tienen esa magia, ese poder de no querer verlas por momentos, y no poder vivir sin ellas a la vez (dicotomía bien digna de un ser tan, pero tan contradictorio como es el ser humano)... solo con una mirada pueden robar un mundo, o destruirtelo en miles de pedazos...

Tomalas o dejalas, amalas u odialas, genericamente o en particular... pero el caracter de musas que tienen para mi optica es irrefutable. Los seres mas extraños, incluso mas despreciables, han visto la luz al conocer a alguna musa, y otros tantos seres celestiales han mordido el polvo al ser heridos por alguna de ellas.

Pero son diferentes; ninguna musa es igual a otra, incluso las musas no son iguales de acuerdo
a quien sea el que asi las sienta, llegando a la contradicción de que la misma pueda ser un angel caido de alguna nube que un dios, en un dejo de generosidad, envíó a la locura terrenal de este mundo, o que sea un oscuro puñal que roba los sueños y quita la alegría.

Señores, en definitiva, reitero: tomenlas o dejenlas, amenlas u odienlas... pero cada una es distinta y creo que merece una oportunidad, y, aunque luego haya que esconder heridas, las sonrisas que alguna vez despertaron hacen que todo, alguna vez, haya valido la pena...

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