Bittersweet Symphony nro. 2011
La música es víctima y testigo de todo lo que nos acontece. Como fiel ladera, esta ahí al lado para siempre decirnos algo en el instante necesario; para evocar algun recuerdo, o como si nos estuviese acotando un "yo te avise...". Y tengo la certeza de que todos tenemos algo así como la banda de sonido de nuestras vidas; las canciones o discos que nos fueron acompañando en ciertos momentos, y por eso las recordamos, y las vinculamos con ellos. La del 2011 sería una que se viene reiterando, oh casualidad, en los ultimos años impares: una banda de sonido bastante... agridulce. Si fuese un disco, sería uno con varios altibajos, de los que te dejan masticando ideas; con algunos puntos interesantes, pero en general con arreglos oscuros, algo lugubres, pesados... La pequeña criatura desconfió hasta de su cuna, y se guardó un secretito que tenia escondido durante tiempo. Las pasiones exacerbadas casi generan un linchamiento contrario al Martín Fierro, pero si no se procedió a eso ant