Barrilete Cósmico... de que planeta viniste?

Origen milenariamente egipcio, rasgado con cultura revolucionaria, estudiantil y libertadora, en una frase francesa que decorará para siempre la espalda en un año realmente extraño. El saldo del mismo es aun indescifrable, aunque probablemente no quedará guardado en la memoria de los recuerdos mas gratos de la vida, aunque si de los que mas crecimiento generaron... La esperada por mucho tiempo alegría brasileña se manifestó con el año aún en pañales, y nos regalo un verano plagado de actitudes positivas y colaboración para que el descanso anual de la gran mayoría fuera una gran fiesta. Si bien a lo largo del mismo no se observo la misma conexión que en épocas anteriores, todo es parte del crecimiento, de los años que pasan y nos van poniendo cada vez mas grandes. A pesar de ello, siempre firmes en los momentos clave. La bienvenida y noches de gira y agite por parte de la banda oriunda de Ballester y alrededores, con epicentro de previa en Urquiza/Palermo, siempre será agradecida, por l

Soy un maquinista de los sueños presos temible villano de tu terquedad. Un enorme operario remontando partidos en que tu dolor me pretende golear. Soy un mercenario de los labios rotos que me rozan y encienden toda una ciudad. Piloto de tormenta de "te quieros" sin rumbo que terminan pinchando en cualquier banquina. Soy hospitalario con mis caprichos pegado a tu piel no lo voy a negar. Un cazafantasmas de olvidos promiscuos si insistis con lo mismo, te vas a quemar. Por si acaso te comento que no soy curandero de huellas pasadas y muertos en un placard que insisten y aturden y me dejan jugando como un cero al as con mi soledad. Soy un gran abogado para oponer excepciones que recitan naufragios de antiguos amores Un hábil delantero para ponerme un disfraz y escapar de tus historias por la puerta de atrás. Soy un actor de reparto en el cine de tus besos siempre combatiendo tu negatividad. Un gerente general para saber entender aquella rubia mirada que tanto quería ver. Por si a

Esos vinos, esos viajes, esos parches de alta mar hoy los huelo tan lejos, tendieron a apaciguar. Esas noches a la Jack Sparrow, bien archivadas ya no se ni cuando abandonaron, perdí hasta esa mirada. Se cayeron mis soldados, ya se fueron a dormir me dejaron mano a mano, y no supe definir. Se perdieron las plegarias, que aquel dios nunca escuchó, con el arco ya vacío, este 9 se enredó. (un gran goleador... en su ocaso). No extraño viejos trotes, ya no estoy para eso , pero no desmiento (y asiento) aquello de que aun los lobos viejos guardan garras (y las afilan) para algún furtivo encuentro. Esos besos, esos críos, ante Deus en el altar, me dejaron de líbero, sin velocidad. Ahora casi ni visito el área de enfrente, buscando el empate, de un testazo providente. No extraño viejos trotes, ya no estoy para eso , pero no desmiento (y asiento) aquello de que aun los lobos viejos guardan garras (y las afilan) para algún furtivo encuentro.

"Tarde de fútbol, sábado de diciembre en la Paternal, 16 hs. El sol se hacia sentir en el gimnasio de aquel club social y deportivo de barrio, mientras dos equipos de purretes de 8 años correteaban (y lo bien que lo hacían, realmente) detrás de una pelota en un partido del torneo de baby fútbol que estaba por finalizar. Un sábado mas, pero con excesivo calor. Ahí estaba yo sentado, en la tribuna, tomando un agua helada, con signos claros de resaca generados la noche anterior en un boliche de zona sur, mirando como mi hermano definía cruzado de zurda contra el segundo palo del arquero, y le dedicaba el gol a mi viejo que estaba sentado dos escalones por debajo de mi humanidad, en la misma grada. En el medio del entretiempo, y tras no soportar mas la temperatura, que sofocaba hasta al mismísimo guardián de las tinieblas, fui a la puerta. Desde hacia unos días se vivía un clima enrarecido en la ciudad: de repente, de un día para otro, la oposición política dejo de hacer criticas al g

Efímero. Bosquejos armados, desvanecidos en la inmediatez de los primeros alaridos de Febo, repetida amenaza de un crepúsculo sin final. Tibias aguas sin cauce surcan su destino alejándose del timón. No hay premura, no hay relojes, no hay fantasmas, no hay mareas. No hay. Aquella ola de vientos mejores se desarmó ni bien toco la playa, se desmaterializó, regreso a su fuente. Desinterés de pequeñas lunas que rodean esta Tierra, ausencia de Ganímedes en mi Saturno. Falta... de comprensión; de paciencia; de un barrilete cósmico que arrase con una jugada de otro planeta y limpie la oscuridad, corone un triunfo que tape los empates sobre la hora en tierras del conurbano o las victorias ante equipos del ascenso. Creaciones de días envueltos en magia de colores, arrebatadores vuelcos de sonrisas por solo compartir escenas, primavera juvenil que no fue citada al encuentro, que se adhiere al entendimiento de que la tinta del DNI cada vez se borra un poquito mas y no somos tan purretes como a l

Cúmulo. Cordera y sus huestes que avisan lo que viene, predican el estallido, confirmado por alaridos no sonoros, imágenes paganas de una sobrecarga de emociones, de asunciones a la fuerza pero sin golpe de estado. Fastidio, cables que nublan y chispean (seguido). Bajan, suben, mantienen mínima estabilidad y recorren el trayecto cual lateral verdeamarelho recorre las franjas del verde césped. Mochilas con ríos de lágrimas que una espalda plagada de nudos ofrece llevar, aunque su bola de cristal a priori rezaba opciones de despedirse al final del presente calendario. Y un burbujeo, si... un burbujeo constante. No anduve errado cuando sostuve que todo cambia con el mero paso de un grano de arena en un reloj plagado de ese material, y aquí estamos. Revocando huecos, descubriendo otros. Añorando añorar los sucesos, hasta los mas sencillos, una 7up siempre... incluso la relevancia de los interpretes lo produce. Hallar motivos, hallar sensaciones, perdidas en algún lugar, firmes en la memori

Creo que tu arribo es siempre indeseado, quizas se pueda acertar en cierta medida el momento en que vas a hacerlo, virtud de las circunstancias que llevan a manejar ese instante con mayor calma que cuando ocurre en forma intempestiva. Pero aca no hubo ni la mas mínima noción de ello, ni un ínfimo análisis de la posibilidad remota de que vuelvas a visitar el barrio, no había razón para que lo hicieras, no era justo que aparezcas otra vez. Pero vos, traicionera, caprichosa, fría y egoísta, tenías que ser la estrella de nuevo, y lo soplaste una mañana helada de sábado. Pero quedate tranquila que no nos vas a ganar, Parca, no. La estrella va a ser él ahí arriba cada vez que salgamos a debatir los domingos entre dos arcos. Tengo el alma en el chapista por el palazo que nos acabamos de pegar, me rehuso a creer (como si se pudiera, ante la irreversibilidad de los acontecimientos) en esto, apenas caigo, y doy por hecho que van a pasar varias semanas hasta que asumamos totalmente el golpe, cua

Casi no hay campera que haga el aguante y casi no quedan rastros ya de hoja alguna. Mientras afuera el poder de elección de la plebe se ve aniquilado por carabinas y enviado en cometa a la casa del vecino, en casa la fortaleza de Dalmacio consigue pinchar el vuelo de un Ángel con la complicidad de quien (debería) administrar justicia, mientras el campeón del barrio sufre un revés (por un ignoto desconocido que apareció hasta en la sopa), es duramente sentenciado contra su pronóstico y bajado rápidamente del altar provocando consiguientemente que su mano se vea soltada. Algunas imágenes previas a ello, golpeaste la ventana. Y se abrió. Fotografías posteriores, los diálogos se situaron con mayor frecuencia hasta horas noctambulas, acompañando la lectura; la materialización vino a consecuencia de una salvada providencial en la casa legal de estudios, dulcemente agradable. El partido a 30, ganado en los últimos minutos en un gran sprint del relator, acompaño el movimiento de las ventanas

Me amigué con la soledad y suicide a mis rencores, perdoné a mis impulsos y liquidé a mi soberbia. Escondí a mis culpas y asumí mis fantasías; maniobre los gritos hasta dejarlos fallecer. Suturé los rincones oscuros de mis calendarios, planché la tolerancia que tenia arrugada sobre el colchón. Le saqué una foto al pasado desde mis caprichos, adapté una película muda para oírla sin vos. Llevé tardes de lluvia a un altillo escondido junto a esas peleas en broma en el sillon. Devolví aquellos besos que habia reprimido, me enredé y desactivé, seguro de quien soy. Moderé mis reclamos y los guardé hasta no saber donde quedaron terminé por olvidarlos, terminé perdonando... Zarpó, ese bote zarpó, niebla en el camino ocultó pero atrajo a la luz al fin dejo ver una luz...

El reloj pasa y no pregunta si te gusta, o si te parece bien que lo haga. Gasta sus segundos, los quema, los incendia, con la misma voracidad con la que el Can Cerbe ro custodiaba las puertas del Hades . Cada instante que se va no se vuelve a repetir, pasa a la gran masa de momentos acontecidos que forman parte del pasado, sea inmediato o no tanto. A medida en que los abriles surcan los almanaques y las salidas de febo se hacen imposibles de medir, en ocasiones da la sesnación de que vas merodeando por una cuerda floja, entre las cosas que tenes que hacer, las que directamente debes hacer, las que queres hacer y te gustan, y las que te gustaria hacer, en una potencialidad palpable o irrealizable. En esos surcos mentales, tipicos o moderadores de esta edad (la mas linda de todas, según comenta Doña Rosa al pasar), se regodean contrapuntos e ideas de las mas diversas. Desde la correcta elección de una carrera, un trabajo, hasta un acompañamiento constante al lado, o una continua cole

"Esencias casi olvidadas surgidas de un proyecto aun gratuito bifurcan la mente por ciertos momentos. Cuando chocan ante la realidad tripolar, maternal, extraña, buscada y encontrada bajo luces, ruido y celebración, esas horas vuelven a tener vida, a tener sentido, a reivindicar esas acciones que se tornaron deliciosamente plasmadas por gracia del destino y del comienzo del fin desde un ordenador no remoto. El único Shaolin de tenue voz estaba allí. Agua y críos pasaron ya, los que no quitaron la mística generada en ese lugar al que aun visito, pero el Shaolin ya no. La ilicitud llevada a la concreción en su máximo exponente danzaba, y las cabezas giraban, junto a Reyes, Titanes y Hermanos merodeantes que asistían también. No es viable que la situación gire sobre su mismo eje, aunque la fiel ladera de a entender que eso es posible en algún aspecto, pero recomienda huir hacia caminos de menor altura. Lo significativo es la potencialidad de poder aun llegar a vuelos de altura, con l

Parafraseando el titulo de un tema de estirpe bien india , dibujo lineas de los 365 soles que tantos odiaron y maldijeron, y que quedaron en su conjunto atras hace 15 dias, exactamente. Diferenciandose de su predecesor, algunas pinturas se asentaron, otras se acentuaron, y otras se colocaron candados de fuego que diferenciaron posturas, si bien no antagonicas, si lo suficientemente contrapuestas para generar ciertos choques y cierres casi totales, de finales e inicios a la vez tambien. Agradables ideas congeniadas vieron su fruto cerca del final, despues de una depuracion de camisetas que nunca fueron transpiradas en la cancha y solo generaban divisiones al punto de colocar en temperaturas bajo cero los momentos previos a la danza de salon de los domingos. Se desempolvaron muchos valores (no técnicos o tácticos) y se formo una pequeñisima comunidad que planteo pautas que deberan corroborarse este año, a la brevedad. Brindo por los que quedaron defendiendo los colores, los que no se fu