"Cancion sin título, o con uno que solo ella sabe"
Siempre creí que lo lírico, lo poético, nacía con mas fuerza y naturalidad ante la adversidad, un bajón anímico, desamor, un final premeditado o no tanto incluso (lo sigo pensando aún). Pero me encuentro con que de nuevo me contradigo a mi mismo. Otra vez aparece como por arte de magia la voluntad de escribir, de bosquejar unos cuantos versos que pueden formar una creación abstracta que probablemente ni el mismo autor hubiera deseado que tomara ese rumbo; o mejor dicho, si hubiera elegido, quiza no hubiera intentado que sus palabaras tomen determinado camino. Pero las toman, y solamente lo que queda es transcribir esas pequeñas palabras en oraciones, estrofas, poesia, canciones, historias, novelas, cuentos, o lo que se les ocurra. Sin pensar en mas ni en menos, los autores, los artistas, se encuentran ante musas (de las cuales escribi brevemente hace unos meses) inesperadas, tales como una sonrisa enorme, o como un cálido paisaje. Y solo deben dejarse llevar por lo que eso les inspira. Y no por lo que creen que eso puede inspirarles antes o después en el tiempo, si no que deben dejarse llevar por los pensamientos que hoy, en este momento, en esta hora, en este lugar, se les atraviesa por la mente. Sirva esto como preludio a las muchas frases unidas que forman un todo. Un todo que, en conjunto, conforma el cumplimiento de algo que prometí, y que ya estaba debiendo...
"Abstraidos en una charla irreal,
solo una pantalla, sin tocar sentimientos.
Como siento sin verte?
Como veo sin mirarte, tan solo con leerte?
Remeras rayadas cubren un pasado,
en la otra vereda por años hubo amor.
Puntos finales escribiste,
después de notar que primero estabas vos.
No sabia cuantos puntos llevaba,
no sacaba la cuenta, no era buena en matematicas.
Hacela pelear, sacaras lo bueno,
secaras las lagrimas, obtendras un premio.
Y sacando conclusiones todos los días,
sintiendo la vida como en un teatro.
Pasando las horas, pensando un futuro.
Volando alto; lejos y alto.
Ex visitante de antros rockeros,
un poco extraña, casi tanto como el fulano aquel.
Los locos entre locos se suele apreciar
que entre ellos mismos se llevan muy bien.
Ya le alcanzaba sin visiones
para lanzarse a una redaccion.
Pero hombre terco, su mente necesitaba,
ojos marrones que lo abrazen sin temor.
Y sacando conclusiones todos los días,
sintiendo la vida como en un teatro.
Pasando las horas, pensando un futuro.
Volando alto; lejos y alto.
Volando alto... lejos y alto..."
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