Tiempo de volver a celebrar
Ya está, ya se acaba, ya se termina... un año más complicado, bastante más que los demás: extraño presagio del destino tal vez, algo me hizo pensar hace exactamente 365 días que el 2007 no iba a estar plagado de alegrías, y que el pecho a las balas lo iba a tener que poner me guste o no, para no caerme mas de la cuenta... En mi haber personal, podría dividir el año que en un par de horas se acaba en 2 partes, cada una correspondiendo a un semestre: el primero, bastante oscuro, cargado de cosas que quiza se podian palpar, que se podrían haber evitado de haber estado con los ojos abiertos (con los 4 ojos), con una brújula perdida, con un fondo alcanzado, con la autoestima vaya a saber uno en que subsuelo...; en la segunda, de a poco fui consiguiendo escaleras para salir de un pozo de varias cosas (que también se combinaron con toboganes que me hicieron caer de nuevo), apareció gente nueva, apareció el trabajo, la facultad se enderezó otra vez, los de siempre dieron una mano... me levanté...